Imagen de
reloj de la Iglesia de Santo Domingo, al que no hace falta cantarle el bolero
que da título a esta entrada, puesto que lleva varias décadas sin hacerlo, pero
en fin, esto es otro tema. Para poder plasmar esta fotografía, hay que pasar
una gran descarga de adrenalina por lo complicado del lugar, no exento de
cierto riesgo o al menos para el que posea algo de vértigo o miedo a las
alturas, pero que creo que la experiencia y el resultado es totalmente
satisfactorio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario